Tragedia en Virginia Tech «Me habéis provocado»

«Me habéis provocado» dejó escrito en una nota, encontrada en su habitación.
«Â¿Sabes dónde está mi novia?» y Bang! les disparaba en la cabeza.

Lunes 16 de abril.
La universidad Virginia Tech (E.E.U.U.) se viste de luto (Incluso su página web, tiene un estilo negro) . Cho Seung – Hui de 23 años, estudiante surcoreano de literatura inglesa de la presente universidad fue autor de la masacre de Virginia, la mas grande ocurrida en EEUU, en un centro de estudios. 32 Asesinados.

* Los medios estadounidenses recogen testimonios de profesores, vecinos, compañeros y fuentes de la investigación.
* Lo describen como «solitario», «agitado» o «muy tranquilo».
* Colocaba a las víctimas en fila, les preguntaba: ¿Usted sabe dónde está mi novia? y disparaba, según un testigo latinoamericano.
* Compró una de las armas en una armería cercana a la universidad que estaba de rebajas.
* Una nota contra «niños ricos» dejada en su habitación centra parte de las pesquisas.
* «Me habéis provocado a hacer esto», decía la nota.

Estudiantes latinoamericanos han revelado a medios de prensa de sus países detalles desconocidos de la matanza en la Universidad Politécnica de Virginia, como el hecho de que el asesino preguntase a algunas de sus víctimas antes de disparar si sabían dónde estaba su novia.
«Les puso en línea y les preguntaba: ¿usted sabe dónde está mi novia? Luego les disparaba», contó a Radio W Sebastián Hoyos, un colombiano que se dirigía a clase cuando comenzó en el centro conocido como Virginia Tech la peor matanza registrada hasta ahora en una universidad de EE.UU.
Entre los 32 fallecidos se encontraban dos latinoamericanos, un peruano y un puertorriqueño.

Un solitario, un agitado y un joven tranquilo
«Era un solitario y estamos teniendo dificultades para encontrar información sobre él», ha asegurado Larry Hincker, portavoz del centro educativo.

Era un solitario y estamos teniendo dificultades para encontrar información sobre él
Sin embargo el Chicago Tribune asegura que el estudiante de 23 años ya había protagonizado algunos incidentes: «Cho había mostrado recientemente signos de violencia, un comportamiento aberrante, según las fuentes de la investigaciones, incluyendo prender fuego a un dormitorio y un supuesto acoso a mujeres.»

Ese mismo periódico recoge el testimonio de una profesora que asegura que el asesino era una persona «agitada», mientras un vecino, Abdul Shash, lo describe como una «persona muy tranquila, introvertida», al que le gustaba jugar al baloncesto.

«Hacíamos bromas en clase sobre su trabajo, porque era muy novelesco, muy surrealista, teníamos que reírnos», declaraba a College Media Stephanie Derry, una compañera de Cho en las clases de escritura.

Ante estas bromas, estas risas, Cho Seung – Hui guardaba silencio, y nunca quería comentar en público su trabajo: «No recuerdo haberle oído una sola palabra en todo el trimestre», añadía Derry.

Fuentes policiales citadas por esta misma publicación no descartaron que Cho Seung -Hui estuviera tomando algún tipo de medicación para la depresión.

Del entorno familiar poco ha trascendido; se asegura que Cho Seung-Hui llegó en el año 92 a Detroit, y que poco después se trasladó a Centreville, Virginia, un barrio residencial de Washington, donde su familia regenta una lavandería.

Su hermana, según fuentes de la investigación citada por medios estadounidenses, está estudiando en la prestigiosa universidad de Princeton.

La nota y las armas
En la nota arremetía contra «los niños ricos» del campus: «Me habéis provocado a para hacer esto»
Una nota encontrada en la habitación de Cho centra parte de las investigaciones; en ella arremetía contra «los niños ricos», «el libertinaje» y «los falsos charlatanes» del campus. En ella también se podía leer : «Me habéis provocado a hacer esto.»

Según informaciones de la cadena ABC, Cho Seung – Hui compró el primer arma – una Glock de 9mm – a principios del mes de marzo en una armería próxima al campus que estaba de rebajas.

El dueño de la armería, en declaraciones a ABC , ha asegurado que le cobró 571 dólares por el arma de 9 mm y una caja con 50 municiones.

«Fue tan cordial como se puede ser, y no había nada inusual en sus maneras que indicaran cualquier cosa mala», declaraba John Markel, dueño de la armería.

Tan solo hace una semana compró la segunda arma, esta vez de 22 mm; la razón es que en el estado de Virginia no se puede comprar más de un armas al mes.

Al menos una de esas armas fue usada tanto en el tiroteo que puso fin a la vida de dos personas en la residencia de estudiantes, como en el tiroteo en el que mató a una trentena de sus compañeros en cuatro aulas de la universidad.

Con una de esas armas, Cho Seung-Hi se pegó un tiro en la cabeza; testigos presenciales aseguran que en uno de sus brazos llevaba la siguiente inscripción en tinta roja: «Ismail Ax».

Pagina web de Virginia tech.
Sección dedicada a la tragedia ocurrida.

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